Por: Roberto Quintanar
Sus lentes son el sello distintivo con el que se le identifica cuando no tiene una guitarra en sus manos. Expresión siempre tímida, Graham Coxon no es alguien que guste ser el centro de atención. Por el contrario, su conexión con la gente siempre llega desde la guitarra, algo que el público agradece.
Coxon era apenas un muchachito cuando conoció a Damon Albarn, con quien formaría una de las sociedades más exitosas de la música británica: Blur (antes Seymour), banda que marcó en buena medida el inicio de la era britpop en el Reino Unido. Junto a David Rowntree y Alex James, Graham y Damon lideraron la escena musical de los noventa en su país.
Pero muchos años antes de que el sencillo Popscene del cuarteto de Colchester marcara el histórico nacimiento del britpop, las ambiciones de Graham eran muy diferentes.
“Cuando era muy pequeño, mi mayor ambición era ser jugador de futbol”, comentó el guitarrista en una entrevista con la revista FT. “Solía dormir con mis botines puestos. Luego quise ser actor o escritor. Me hice músico cuando tomé un instrumento, pero eso lo hice sólo porque estaba muy aburrido”.
Sin embargo, Graham nunca ha negado que tenía condiciones suficientes para triunfar si hubiese elegido patear el balón o alguna otra actividad deportiva como profesión en vez de tocar la guitarra. “Siempre estuve muy en forma. Soy físicamente competente por naturaleza. Cuando era niño, jugué en los equipos de futbol y cricket de mi ciudad. Además, iba al distrito deportivo a practicar salto de altura y de longitud y era un buen corredor de sprint, pero hoy eso lo encuentro aburrido”.
A pesar de que la vida le tenía reservado un lugar especial en el mundo de la música, Coxon nunca olvidó su amor por el futbol y es hasta la fecha un ferviente seguidor del Derby County, situación con la que rara vez puede entablar una charla cuando está en Londres. “Cuando digo que soy del Derby, la gente de por aquí sólo se encoje de hombros y dice 'oh, bien'; ¡es como si yo no existiera!”.
Es esa una de las caras B del guitarrista de Blur, quien además ha construido una respetable carrera como solista. Detrás del rostro tímido que nunca sintió comodidad con el hecho de ser una estrella, se guarda el sueño infantil de patear el balón frente a la apasionada afición de Derby. Sin embargo, eso no pudo ser. Graham tuvo que conformarse solamente con ser pintor y uno de los músicos más importantes de su generación…