Por: Ivan Pérez
“¿Cuál violencia amigo?, ¿a quién golpeamos?”.
A eso de las 10 de la mañana, cuando el sitio de la Barra 51 en Facebook posteó su rechazo al veto tras los incidentes del domingo en el duelo ante Chivas, un aficionado comentó: “Señores, soy del Atlas pero no apruebo la violencia” y el administrador de la fanpage respondió negando los hechos que vieron más de 10 millones de personas por televisión. Nada de lo que había ocurrido era “violento”.
Los comportamientos agresivos en el futbol mexicano se han vuelto cada vez más cotidianos. De acuerdo con cifras de la base de datos de El Economista sobre este tipo de hechos en los estadios del balompié nacional, esta problemática se presenta casi tres veces al mes (2.6 casos para ser precisos); cada fin de semana (hasta lo que va del año) hay al menos 3.2 personas detenidas por estos motivos y, con respecto al 2014, se duplicaron los desmanes.
Tan sólo en las 19 semanas que van del año, la base de datos de este diario documenta al menos 12 hechos violentos, donde los principales móviles son: pelea de barras contra policías, desmanes fuera de los estadios, peleas previas en las calles aledañas a los inmuebles entre aficionados de equipos rivales, apedrear el autobús de los clubes visitantes, intento de agresión a árbitros, jugadores y entrenadores, e invasión de campo.
Este semestre la Barra 51 está ligada a dos hechos: apedrear el camión de América y este domingo, cuando invadieron el campo con la intención de encarar y agredir a jugadores y cuerpo técnico de Atlas (específicamente a Tomás Boy, todavía DT del club).
“Me va a regañar mi mamá”… así dijo uno de los 10 detenidos del domingo pasado en un video difundido en redes sociales (¿es burla, sarcasmo o realidad?). Hasta ahora van al menos 60 personas remitidas a las autoridades por realizar desmanes en estadios o sus alrededores en el futbol mexicano, de enero a mayo.
“A lo Atlas”… ¿con violencia?
La Barra 51 nació en 1998 con apenas cinco integrantes, llegaron en el 2009 a los 1,000 y en la actualidad son entre 3,500 y 4,000 personas que están afiliadas con ellos, según un documento de la Universidad de Guadalajara, titulado “Una pasión que mata”.
Rodolfo Aceves, en su ensayo “Aficionados futboleros en Guadalajara”, realiza un análisis de los fans y barristas de Atlas. “A pesar de los años de sequía de triunfos, de discrepancias con los directivos, los atlistas deciden no dejar de apoyar a su equipo en las buenas y en las peores”, redacta en su análisis, “así ganar o perder en el último minuto de juego se ha conocido con la frase ‘a lo Atlas’ o algunas frases que dicen cosas como “le voy al Atlas… aunque gane”.
Ya en marzo del año pasado, el partido entre Atlas vs Chivas había tenido consecuencias graves. El sobrecupo y la pelea entre 1,200 barristas contra 30 policías dejó graves a dos elementos de seguridad.
La base de datos de esta publicación arroja que la violencia en el futbol mexicano ha crecido considerablemente. En el 2014, pasó de tener un promedio mensual de 1.3 casos a 2.6 para este año, se duplicó. También, no hay ninguna plaza de la Liga MX que esté exenta a los desmanes de barristas en los últimos dos años, las 18 plazas tienen al menos un registro.
Al año una barra genera una derrama de 1 millón
Según datos de Mxsports, un barrista gasta entre 150 y 250 pesos por partido como local, cifra que incluye el boleto, bebidas alcohólicas y alimentos (en caso de visita, el costo se incrementa). Por ello, si consideramos que la Barra 51 tiene al menos 4,000 integrantes, la derrama económica que genera es de 1 millón de pesos en cada partido como local.
Por cierto, el comentario “¿Cuál violencia amigo?, ¿a quién golpeamos?” tuvo al menos 45 likes, 45 personas que estaban de acuerdo en que lo que había ocurrido la tarde del domingo no era agresivo ni violento.
¿Qué dice el reglamento?
El Reglamento de Sanciones, en su artículo 11 menciona que un veto de estadio podrá ser de uno a 10 partidos. Además, señala una multa superior a los 200,000 pesos de acuerdo con el artículo 50, y el 34 agrega que la disciplinaria podrá aumentar las penas según la gravedad de las faltas y la reincidencia con que se cometan.