Por Iván Figueroa

Nueva York es una ciudad que tiene todo. Museos, teatros, centros de moda y, lo más importante para nosotros, muchos estadios. Es casa de los Yankees, el mejor equipo de béisbol de la historia, de los Giants y los Jets en la NFL. Tiene NBA con los Knicks en el Madison Square Garden. Olvidados, por aquello de que el soccer es lo que menos impacto causa, tienen al New York City y al Red Bull en la MLS.

Con tantas opciones, la banda neoyorquina le pone muy poca atención a los equipos de futbol, pero a pesar de eso, el antiguo club de nuestro Rafita Márquez está en la antesala de la final de nuestra concashempions.

Los gringos se van a  ver las caras con Chivas en la semifinal. Aunque parece que el Rebaño tomó una bocanada de aire, la realidad es que han tenido un semestre de penita, por lo que la opción de avanzar no suena nada alocada para Red Bull.

Falta mucho camino por recorrer, pero la posibilidad de ser campeones está ahí. Nueva York podría llevar la gloria del soccer a una ciudad que está acostumbrada a todos los deportes, menos al arte de gritar gol en un estadio.