Por Carlos Daniel Flores

BAD BUNNY CUMPLIÓ UNO DE SUS SUEÑOS DE VIDA AL LUCHAR EN WRESTLEMANIA

Lo que acaba de pasar en Tampa, Florida no fue cualquier cosa, Bad Bunny sorprendió a propios y extraños en WrestleMania y triunfó en uno de los shows de entretenimiento más grandes del mundo. Con ayuda de Damian Priest, el cantante triunfó.

De entrada, la presentación que el Conejo Malo tuvo fue brutal, con el camión de su último disco, El último tour del mundo, se rifó. Los fuegos artificiales fueron otra cosa que se aplaudió.

Bad y Priest se enfrentaron a The Miz con John Morrison en un pleito que había empezado desde Royal Rumble en enero, pero detonó en WrestleMania. El Miz y Bunny se agarraron primero y el puertorriqueño no decepcionó, se rifó una Casita para tratar de ganar.

Claro que también le tocó sufrir, el Miz se lo llegó a despachar con varias patadas y algunos golpes con ayuda de John. El publicó apoyaba más al cantante, eso sí.

Lo bueno se vino cuando, junto con Damian Priest, se aventó un doble Falcon Arrow y después ayudó a su compañero a volar por sobre la tercera cuerda y él hizo lo propio. La afición estaba que no se lo creía.

Por si creían que toda su lucha sólo iba a ser un show, Bad Bunny también se dio tiempo de aventarse un Canadian Destroyer sobre Morrison afuera del ring. Una cosa de locos.

Para el final, Bad y Priest se dejaron ir con un Cross Body sobre el Miz y triunfaron en WrestleMania. Fue la primera lucha de ambos en el show más grande de entretenimiento deportivo. Lo que hicieron no fue cualquier cosa, especialmente para el cantante, quien ya había dicho que su sueño era luchar en un ring de WWE, pero por su profesión no se le había dado.