Por: Gerardo Lozano
Quien piense que la Copa Oro será una oportunidad fácil para México está muy equivocado. Independientemente del fracaso de la Selección B en Chile, el panorama presenta claroscuros. Miguel Herrera debe y tiene que dejar atrás el trago amargo de la Copa América.
El fantasma del fracaso de 2013 tendría que haber desaparecido de cualquier jugador que sufrió la eliminación ante Panamá. Recuerdo que cubrí el torneo. En el palco de prensa había compañeros de televisoras alardeando sobre la superioridad de los nuestros. Pocos eran cautos. Los colegas centroamericanos veían un escenario más neutral. En la memoria queda el ocaso de la Era José Manuel de la Torre.
El Piojo ahora tiene al mando a “los mejores” en cada posición. Más allá de la lesiones de Héctor Moreno y Javier Hernández, talento y capacidad sobran, preparación y conjunción, ya veremos. La experiencia de elementos como Andrés Guardado, Héctor Herrera, Carlos Vela, Oribe Peralta y Giovani dos Santos es fundamental. Los partidos amistosos ante Costa Rica y Honduras fueron experimentos mal ejecutados.
Ferocidad, entrega y resistencia física son las armas más peligrosas de los rivales de la Selección. Trinidad y Tobago, Guatemala y Cuba no deberían ser mucho problema. Pensando que México terminará con 9 puntos, los rivales a partir de cuartos de final serán de un nivel más alto.
Sólo por ser los más ganadores, Estados Unidos y México tienen que demostrar su hegemonía en el área. Entre ambos se reparten 11 de los 12 títulos de la Copa Oro.
Estados Unidos es un ejemplo de proceso y preparación bien hecha. Jurgen Klinsmann concentró a su ejército en Alemania. Se enfrentó a rivales de poder como Alemania y Holanda, les jugó al tú por tú. Los tenientes Dempsey y Bradley son acompañados por un puñado de soldados rasos con ganas de triunfo. Además al talento de cada jugador, la mentalidad y estrategia son los elementos que el General Klinsmann le da al equipo de las barras y las estrellas. Con estas características, no es complicado pensar que repetirá el título e irá a la Copa Confederaciones Rusia 2017.
Costa Rica entra como el participante que tiene más posibilidades de acabar con el binomio dominante. Llega a esta competencia como la mejor ubicada en el ranking FIFA. Es respaldada por elementos como Joel Campbell, Bryan Ruíz y Celso Borges.
Panamá y Honduras serán los equipos animadores de Copa Oro. Han complicado a México varias veces. Serán rivales de rigor para los “favoritos”. Estuvieron a minutos de dejarnos fuera de Brasil 2014. La “ventaja” para los aztecas es que se juega en territorio neutral con dosis de localía.
Hace dos años los canaleros perdieron la final ante Estados Unidos. En 2005 habían logrado el mismo resultado.
Los hondureños tienen la necesidad de llegar al menos a la semifinal. No juegan el duelo decisivo por el título desde 1991. Desde 2005 no bajan del quinto lugar.
La encomienda es difícil, el camino engañoso. Capacidad hay, talento sobra, pero más vale no confiarse de nadie. La CONCACAF ha evolucionado y es notorio su avance. México va por la Copa Oro más complicada de su historia.