Por: Benjamín de Buen / @bdebuen
Desde Melbourne:
Arabia Saudita y Corea del Norte se enfrentaron anoche en el Rectangular de Melbourne. Los saudíes remontaron un gol tempranero para llevarse la victoria 4-1 y reglar una alegría a los saudíes presentes. Se registró una entrada floja en la sede más sureña de la competencia, ocupada a penas a la mitad de su capacidad.
A pesar de estar en pleno verano, el cielo permaneció todo el partido entre algodones. El viento soplaba con suficiente fuerza para que el comité organizador removiera las banderas de los países, inicialmente suspendidas del techo del estadio. De plano hacía frío.
El clima inestable es característico de Melbourne, que en numerosas ocasiones ha sido elegida la mejor ciudad del mundo para vivir. También ha sido designada por la UNESCO como Ciudad de la Literatura, título que comparte con Edimburgo.
Los galardones de esta recóndita esquina de la civilización no son para menos. Es una urbe plural y progresista, con activismo ambiental y mucha vida cultural. Casi toda selección que juegue aquí, tendría una representación de expatriados en la tribuna, por mínima que sea.
Pero ningún lugar puede ser perfecto: la condición geográfica de esta ciudad impide vivir en el mismo día y en la misma jornada futbolera que el resto del mundo.
Seguir el futbol internacional desde Melbourne es una prueba de resistencia. Los partidos definitivos de la Champions se disputan en pleno invierno, entre semana y a las cuatro de la mañana cuando la temperatura ronda los cero grados. Los mundiales se juegan en las horas más heladas, entre la media noche y el amanecer.
Bajo esa óptica, fueron pocos los partidos mundialistas en Brasil y Sudáfrica que merecieron el sacrificio, sobre todo las dos finales. Hasta los Socceroos juegan sus partidos de visitante en horarios incompatibles con su propio país.
En julio vendrá Cristiano Ronaldo (y el Real Madrid y la Roma y el Manchester City) a disputar partidos de mercadotecnia en la cancha del MCG donde hace un par de años, 95,000 aficionados le cantaron “You’ll Never Walk Alone” al Liverpool en su amistoso contra el Melbourne Victory.
Todos sabemos que la presencia del Real Madrid en Melbourne será un mero espejismo, el Madrid real juega de madrugada. Sin el rigor de la verdadera competencia los clásicos del verano norteño carecen de autenticidad. Ofrecen menor consuelo que un Corea del Norte-Arabia Saudita donde ambos equipos se juegan al menos la supervivencia.
Benjamín de Buen radica en Melbourne y es subeditor de la revista Thin White Line @tweetwhiteline