2.- El apodo
'Le Président', le decían cuando era jugador. El mote se lo ganó a pulso, su rostro serio, su autoridad sobre el campo y su capacidad nata de liderazgo lo respaldaban. Hasta hoy, no teme al decir qué siente y qué quiere. “Lo que nos hace falta es Ibra”, “a quien le guste el futbol, le debe gustar España”, “de esta victoria me acordaré siempre”, así sin tapujos es Laurent Blanc… el presidente.