Por: Marco Malvido
El pasto de la Arena Borisov arderá con la sangre nueva en la creación de futbol inteligente ofensivo de la Selección Mexicana. Ponchito y Tecatito, dos futbolistas de barrio, le sacarán chispas a la gélida y verde superficie.
Robotizado el futbol como lo está ahora, el músculo va uno o varios peldaños por delante del ingenio en la carrera de decenas de miles de chavos que anhelan un lugar en primera división en México.
El mundo es uno en las Fuerzas Básicas y otro en el máximo circuito. Mientras en las academias la mayoría de los muchachos lo deja todo en cada entrenamiento en afán de cumplir su sueño y seguir brincando de categoría en categoría hasta el máximo circuito, en el primer equipo, el entrenador piensa en la premisa del resultado inmediato y rara vez le da cabida al nuevo elemento.
Pasar todos los filtros hasta debutar es todo un mérito, máxime cuando las recomendaciones aún pesan de gran forma en cada club. Para los talentosos, como Ponchito o Tecatito, aún es más complicado.
La estadística dice que en la Liga MX, hay un debut cada cuatro meses, (según un estudio de El Economista) y que de los últimos 30 debuts en México, 20 han sido de la línea defensiva, cuatro volantes de contención, dos delanteros y apenas dos volantes de características ofensivas, rol que desempeñan tanto Ponchito, como Tecatito, encargados de crear y agredir al rival, poseedores de ese chispazo que cambia partidos.
¿Qué le pasó a los creativos? Algo grave seguramente. No resulta extraño ver a Cuauhtémoc Blanco en primera división a sus 41 años porque con todo y ello, ningún jugador en Puebla tiene más inteligencia que él.
Si Ponchito es el campeón del mundo Sub 17 (2011) que más partidos tiene en Primera División es por su talento e inteligencia.
Si Tecatito es el futbolista formado en México que más joven ha debutado en una de las ocho ligas más poderosas de Europa, es por su talento e inteligencia.
Son dos jugadores distintos al resto en su respectiva generación. Tanto que a sus 20 y 21 años serán titulares con la selección mayor de México en el viejo continente, encargados de algo que particularmente le duele al futbol nacional, la creación inteligente de futbol ofensivo.
CREACIÓN INTELIGENTE DE FUTBOL OFENSIVO
No se trata de crear por crear. Es un concepto desarrollado ya por grandes potencias como Alemania o España, que han sabido ser campeones del mundo en base a jugadores de estas características, capaces de discernir con inteligencia los momentos y espacios de un partido para crear, a partir de sus botines, desequilibrio individual o asociación colectiva que se traduzca en peligro para el equipo rival.
¿Por qué Ponchito y Tecatito serán titulares en Minsk? Revisemos el pasado reciente. ¿Cuántos creativos han pasado por el Tri?
– Marco Fabián de la Mora / Al parecer no se lo tomó muy en serio.
– Antonio Naelson ‘Sinha’ /Nunca la rompió con la verde. Ya va de salida.
– ‘Bofo’ Bautista / Aún no nos explicamos como fue titular contra Argentina en Sudáfrica.
– Cuauhtémoc Blanco / Con todo y su edad dio cátedra en su despedida contra Israel.
– Edgar Andrade / No volvió a ser el mismo tras la fractura de tibia y peroné.
– Luis Montes / Un crack, pero está lesionado.
– Rodolfo Pizarro / No marcó ninguna diferencia, participó poco en sus oportunidades.
Para no irnos muy lejos, México jugó sin un volante creativo en el Mundial pasado y eso, para un técnico ofensivo, que aprecia el talento del futbolista descarado, como Miguel Herrera, es algo que se tiene que corregir.
Es simple: no tenemos creativos, jugadores con inteligencia, chispa, toque y gambeta. Los que pudieron ser, se marearon y cayeron de una nube imaginaria. Los que fueron, ya no están.
Ponchito y Tecatito son los que vienen.
ES CUESTIÓN DE TALENTO
Ahí está Ponchito. Provocador de disputas entre directivas. De visión periférica, generoso, intuitivo en el pase entre líneas y de gran pegada. Titular del ‘Jefe’ Boy, especialista en aprovechar a los talentosos (Antonio Carlos Santos, ‘Pastor’ Lozano, Gerardo Lugo).
Ahí está Tecatito. Amigo del regate. Una curva en el rectángulo. Electrizante. Artista. Pícaro. Veloz. Atrevido. El barrio hecho futbolista. Un chaparrito sonorense consentido entre gigantes holandeses. Titular en el Twente y capaz de romper moldes como lo hizo ante la misma Naranja Mecánica.
Ante Bielorrusia, muchos seguirán a Raúl Jiménez y lo que pueda asociarse con Giovani, otros le pondrán lupa al trabajo de Jonathan en la contención y no faltará quien ‘maté’ a Venegas y Rodríguez como dupla central en caso de que fallen.
Particularmente me encargaré de seguirlos a Ponchito y Tecatito, de esos mexicanos que como el chile, son capaces de hacer arder lo que se les ponga enfrente, una lengua, o la Arena Borisov.