Así recibió la afición de Boca Juniors a su equipo

La Bombonera se pintó azul y amarillo. La afición xeneize se dio cita en el estadio y no decepcionaron. Se prendieron de inicio a fin. Era de esperarse, era la primera vez en la historia que la final de Libertadores sería un Clásico Argentino.

Se prendió todo

Desde antes de empezar el partido, estaban con todo. El ambiente y los cánticos no faltaron. Nadie se quería perder el gran partido. 

A nada de empezar

Cuando los equipos estaban listos para rifarse, los asistentes se hicieron sentir. Boca era local y River lo tenía que saber. Prometía para partidazo. 

Wanchope prendió todo

La afición de Boca no tardó mucho en gritar gol. Al 34' Wanchope Ábila se encargó de prender el estadio. El argentino reaccionó ante el rechace de Armani y no dudo en mandar el balón al fondo de las redes. El estadio lo gritó con todo. 

Pratto silenció las cosas

En cosa de segundos Pratto empató las cosas y enmudeció a la afición. Nadie se había recuperado del primer gol y ya había caído el del empate. En las gradas nadie lo creía. 

Benedetto despertó a la afición

Antes de que acabara el primer tiempo, el Pipa volvió a encender a todos en La Bombonera. Un cabezazo hizo que todo el estadio lo gritara con mucha intensidad. Boca tenía de nuevo la ventaja. 

Izquierdos calló a su propia afición

No fue la tarde de Carlos Izquierdos. El central marcó un autogol, la CONMEBOL se lo dio al ex de Santos. Los únicos que gritaron el gol fueron los jugadores de River. La afición no le dio mucha importancia, ellos seguían con sus cantos.

No se dejaba de alentar

Ignoren un poco al narrador y escuchen al fondo a la afición. El partido estaba empatado en sus últimos suspiros y los asistentes seguían con el apoyo a su equipo. Querían la ventaja para la vuelta. 

Fue un partidazo

El dos a dos coronó un partido enorme. La afición nunca dejó de alentar, los equipos se entregaron al máximo y ahora sólo queda esperar la vuelta en el Monumental. Todo está en el aire, cualquiera puede ser campeón.