Santiago Solari ya debutó como técnico del Real Madrid, con el objetivo de darle un nuevo rostro a los merengues. En la previa dijo que jugarían con “dos cojones” y aunque su rival era un modesto equipo de la Segunda División B, no fallaron y golearon.
El que pagó los platos rotos de lo que dejó Lopetegui fue el Melilla que terminó por recibir cuatro goles madridistas. Un triunfo que sirve de respiro para unos blancos que ya se habían olvidado de lo que era gritar un triunfo con autoridad.
Aunque en su mayoría fue un equipo alternativo, los chavos como Vinícius y Odriozola demostraron las ganas que tienen de hacerse de un lugar en el primer equipo con asistencias y un gol. Navas, Ramos, Asensio y Benzema fueron los encargados de dirigir a los jóvenes para terminar con el sufrimiento de las derrotas.