El descalabro de la Selección Mexicana contra los chilenos sólo nos da a entender una cosa: urgen más rivales de alto calibre. No sólo se debe vivir de moletours, los mexas necesitan de estos juegos siempre.
En La Corregidora, el partido estuvo bueno, los dos equipos sufrieron y siempre se fueron en busca del gol. Se dieron con todo. No se cansaron de correr, la intensidad estuvo a tope. No fue como con Costa Rica, a pesar de que ese partido también costó por algunos momentos, los Ticos no presionaron mucho a nuestros muchachos.
Es mejor experimentar ante los grandes del mundo, aguantar lo que sea, pero ganar experiencia. Es lo que se debe exigir. Para noviembre sigue Argentina de visita; probablemente regresen la mayoría de los europeos. Si hay actitud y se sigue con estos contrincantes, las cosas podrían pintar bien para la selección.