Chicharito tuvo un paso glorioso con el Real Madrid, los momentos que estuvo en el equipo fueron de mucha alegría para la afición, sus compañeros y para él mismo. Fue la última vez que vimos a un Javier enchufado y con la sencillez que lo caracterizaba.
Se ganó a los aficionados solo como podía hacerlo, con su entrega y sus goles. Muchos agradecían su llegada por todo lo que hacía en los partidos. Querían que se quedara, en entrevista revelaban que sí en sus manos estuviera lo compraban, le insistían al Tío Florentino su fichaje oficial.
Sus compañeros lo amaban, sabían que tenían al sustituto de Benzema por su lesión. Hizo una brillante asociación con James, Cristiano, Marcelo, Ramos o Kroos. No había momento que en los partidos con sus goles, jugada y pases no lo reconocieran, así como cuando CR7 pidió los aplausos para el mexa.
Hace unos meses Dani Carvajal reconoció la humildad y sencillez de Chicha en los entrenamientos, considero que la sonrisa que tenía la transmitía a todo el equipo, además de que su salto para el juego aéreo era estupendo a tal grado de sorprenderlo.
En los momentos donde brillaba aparecía el Santiago Bernabéu para ovacionarlo, rendirse en cantos para él. Incluso el año pasado lo querían de vuelta por el motivo de que no encontraba acomodo en algún equipo europeo.