Chivas venció a Tigres en la final del Clausura 2017. Muchos pensaban que era el comienzo de una nueva época dorada para los tapatíos y que era el final para la de los norteños. Pero no podían estar más equivocados, juanáticos.
Desde octubre del 2017, el Rebaño ha visto derrotas, empates, lluvias torrenciales, de todo. Menos la victoria. Ni su pastor Matías Almeyda ni Cardozo han podido sacarlos de ese pozo que parece está haciéndose cada vez más grande.
Por el otro lado, los Felinos pudieron levantarse después de esa dolorosa final. Le ganaron a los Rayados para levantar el trofeo del Apertura 2017, y desde entonces la derrota ya no ha visitado su casa en San Nicolás.
Mientras el grande no ha merecido llamarse así, el presente del futbol mexicano sigue con todo para entrar al club selecto. ¿A poco no?