Con eso de que decidieron no quitar el logo del América en el Estadio Azteca ahora que se mudó el Cruz Azul, los nuevos inquilinos contrataron a un diseñador profesional para encargarse de borrar todo lo que estorbara en su foto oficial.
No crean que fue un trabajo fácil. Tuvieron que borrar de las butacas del Coloso de Santa Úrsula el logo de las águilas y a uno de los patrocinadores. ¡Lo que se habrán tardado!
La verdad les quedó de lujo. Lástima que solo sea una ilusión y que el azulcrema predomine en las gradas. Por lo menos ya saben como se verían sus colores. Se vale soñar.