Los seguidores del Cruz Azul tienen 20 años con el mismo ciclo en cada temporada de la Liga MX. Se parece mucho a las cinco etapas del dolor, pero ellos le cambiaron un poquito el orden para que quedará peor.
Aceptación
Justo antes de que comience la nueva temporada, los cementeros aceptan que, una vez más, estuvieron salados y que por eso se quedaron sin el trofeo. No les queda de otra, y se dicen a si mismos que así es la vida y que uno no puede cambiar las circunstancias.
esperanza
Comienza la Liga MX. Ganan. Los ánimos se disparan hasta las nubes. Esta es la buena, se dicen a ellos mismos. Nuevos jugadores, nuevo técnico, nuevos directivos. Como empiezan desde “cero”, creen que por fin se deshicieron de los malos agüeros.
El shock
Se dan cuenta que el equipo poderoso que visualizaron solo estaba en su imaginación. Los ven ganar, pero los ven perder más. No se lo pueden ni siquiera creer. Lo tenían claro al principio, pero ahora no tanto. Eso hace que entren en une estado de confusión.
Dolor y culpa
El equipo cae antes o durante la liguilla. De nuevo, todo se fue a la goma. Sienten un dolor en el pecho, y la culpa los asfixia. Sabían que no debieron llevar esa playera maldita al estadio, pero aún así lo hicieron. Trajeron la sal que pensaban que ya habían perdido.
Depresión
Cierran sus redes sociales porque ya no pueden aguantar las burlas. El dolor es demasiado grande como para que le echen limón. De nuevo, su equipo los abandonó. Se sienten solos e incomprendidos. Pero pasan unos días, y regresan a la aceptación. Como un ciclo sin fin.
Así que ya saben, juanáticos. Estén preparados para darle apoyo moral a sus cuates cementeros. Ahorita andan muy felices, pero pronto van a necesitar un abrazo. Ya saben como funciona esto.