Paul Pogba y N'golo Kanté fueron piezas importantes para llegar a la final contra Croacia. El primero tuvo un partidazo, mientras que el segundo se notó nervioso.
Kanté se las vio complicadas durante los 54 minutos que jugó. Salió de cambio porque nada más no dio una. Se le notó tenso, no fue el mismo de siempre. Las salidas se le dificultaron, no comandó, perdió el estilo. Hasta se fue con amarilla, que lo condicionó todo el resto del primer tiempo.
Pogba fue distinto. Cuando parecía que él sería el más afectado, resultó un héroe. Participó en toda su zona, fue al ataque y defendió. Aplicó las buenas, fue amo y señor durante los 90 minutos. Se despachó el tercer pirulo para sentenciar todo, un riflazo auténtico.
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— ManUnitedWill (@ManUnitedWill) July 15, 2018