Por Jesús Sierra
Como pretexto del partido entre México y Escocia vale la pena recordar uno de los episodios del extenso currículum de Alex Ferguson, un pasaje que tal vez pocos recuerdan. Tras la repentina muerte del mánager Jock Stein en el campo por un problema cardiaco (luego de empatar contra Gales en ronda de clasificación al Mundial), Fergie llevó al equipo de las gaitas a la Copa del Mundo de 1986.
A pesar de la buena generación con que contaba en ese entonces con jugadores como Steve Archibald, quien jugaba en el Barcelona, el destino le jugó una mala pasada en el sorteo.
Scotland boss Sir Alex Ferguson in conversation with former Israel manager Yosef Mirmovitch (Tel Aviv, 1986) pic.twitter.com/pLOIAX1c2C
PUBLICIDAD— PictureThis Scotland (@74frankfurt) December 27, 2015
Los escoceses cayeron en el verdadero Grupo de la muerte con el campeón de la Copa América de 1983 (Uruguay), el semifinalista de la Euro de 1984 (Dinamarca) y uno de los candidatos al título (Alemania Federal). Consiguió dos derrotas ante los rivales europeos y un empate sin goles contra el adversario sudamericano.
En su primera y única experiencia como seleccionador nacional, Ferguson terminó con el equipo eliminado en primera ronda con sólo un gol a favor, tres en contra y siete tiros al arco en tres juegos. El escritor Brian Glanville describió al llamado Ejército del Tartán como “dudosamente reconstruido, técnicamente inadaptado y tácticamente inepto”, adjetivos poco relacionados con los equipos dirigidos por Ferguson.
Sir Alex Ferguson at the 1986 World Cup in Mexico as interim Scotland manager. pic.twitter.com/5XK7l9xET7
— Michael H (@MikeH1964) February 21, 2016
De esa agridulce experiencia en México, donde dirigió (sin quitarse su sombrero para el sol) en el Neza '86 y la Corregidora en junio, Ferguson tuvo que esperar cinco meses antes de ir al Manchester United y cambiar para siempre la historia del club.