Por Asairi Nava
No atraviesan un buen momento con sus clubes, Oribe tiene la pólvora mojada y el Chicha no es tomado en cuenta por Moyes, su némesis. Esto lejos de tener preocupado al técnico nacional, lo mantiene con el pensamiento ocupado en hallar la forma de que lleguen con tino a la justa mundialista.
Tanto el Hermoso como Chichadeus no anotan un pirulo desde marzo, aunque no es un largo periodo, el hecho de que un delantero no anote en mínimo un mes es de verdad es algo preocupante. Los dos están dentro de la lista preliminar para el Mundial de Rusia, y deben ocuparse en que sus disparos encuentren rumbo a portería, pero que logren pasar al portero e incrustarse en las redes.
Los dos tienen características diferentes de juego. Mientras Oribe prefiere darle más importancia al control de balón y los goles inesperados o con jugadas bien elaboradas, Chicharito se dedica a ser un dolor de cabeza para los defensivos, tardan más tiempo en tratar de buscarlo que en correr detrás de él porque ya les robó, el balón y la cartera.
Su competencia esta vez es muy seria, Raúl Jiménez agarró buen ritmo al final del torneo en Portugal y vaya que está encantado con el gol. Ninguno de los dos puede confiarse porque esta vez Jiménez les puede comer el mandado.
No les queda de otra a estos chavales, o recuperan la confianza, o se turnarán la banca en los juegos del Mundial.