Por Gustavo Ruiz
La vida es una montaña rusa, a veces estás arriba y luego estás abajo. En el caso de los futbolistas la caída es más dura, están acostumbrados a vivir de manera lujosa y existen casos en los que hasta exiliados terminan.
El ex delantero de la selección turca, Hakan Sukur es recordado por ser el jugador en anotar el gol más rápido en la historia de los mundiales. Su histórico pirulo se lo anotó a Corea del Sur en 2002. Ademas, durante su carrera llegó a jugar en equipos como el Inter de Milán, Galatasaray y Parma.
Hasta aquí parece la historia normal de cualquier jugador, pero no. La caída empezó después de retirarse y decidir dedicarse a la política en su país. Tres años le duró el gusto y por algún motivo las cosas empezaron a ir mal, razón por la que renunció y decidió irse a Estados Unidos. Tan sólo un año después de su cambio de país ocurrió un fallido golpe de estado y Hakan reaccionó en Twitter con insultos al presidente.
Sus palabras le salieron caras al ex goleador, el presidente lanzó una orden de arresto en contra de él por presunto terrorismo.
Ahora Hakan vive en el exilio pero feliz en Estados Unidos y se mantiene gracias a una cafetería que abrió. Un día anotas el gol más rápido en la historia de los mundiales y al otro preparas café a gente desesperada para poder salir adelante.
Hakan Sukur pasó a la historia por anotar el gol más rápido en un Mundial, pero su vida cambió tras ser exiliado de Turquía… ?????? https://t.co/dwcK9b6LL0
PUBLICIDAD— AS USA (@US_diarioas) May 5, 2018