Por Asairi Nava
La partida de Iniesta dejará un gran hueco en el Barcelona que será difícil o imposible de llenar. Ya trataron durante las veces que estuvo lesionado de buscar quien pudiera sustituirlo, pero ni Coutinho lo logró. Le espera un duro camino a la directiva blaugrana para encontrar su remplazo.
Presencia
Él es quien marca el camino que se va a tomar durante el juego, no es Messi, ni Suárez o alguien más. Si Iniesta no está en la cancha, el Barsa pierde ritmo. Ya pasó una vez, cuando el Madrid los llegó a superar por seis puntos en la época de Luis Enrique.
Desequilibrio
Sus compañeros, tanto en selección como en el cuadro blaugrana lo señalaron, él tiene una capacidad de desequilibrio sin igual. Sólo le das el balón a Andrés, recibe de espaldas, gira y de la nada el balón ya se encuentra frente al portero. No hay quien tenga la capacidad de saltar líneas que tiene él.
Pausa
Cuando quiere atacar con rapidez lo hace, cuando se requiere que el balón ruede por todo el campo sin necesidad de dejarlo dentro del arco, también lo hace. Siempre va acorde a lo que el partido necesita, de acuerdo a lo que su equipo requiere, se lo indique o no el técnico.
Liderazgo
Todo aquel que juega con Iniesta sabe que él terminará uniendo al equipo, sin importar los problemas que existan entre los integrantes. Thiago Motta alguna vez comentó que jugar con él, es saber que el equipo funcionará sin problemas, porque mediará sobre el terreno y fuera de él. Un líder nato.
Le da sentido al juego
Jugar con él es más fácil. Se ve en cada partido, sin importar el torneo. Contribuye tanto al ataque como a la defensa y no deja nunca de pelear un balón. Si se pierde un balón al atacar, baja lo recupera y lo vuelve a dejar listo para que el delantero defina. Sabe cuándo atacar con furia y cuándo defender como si tuvieran que poner un muralla.
El futbol es más fácil con Iniesta, y el futbol siempre estará en deuda con él.