Por Rubén Buenrostro
Así es mi juanático, nos referimos a los beneficios que podría gozar nuestra legión azteca que se rifa en la MLS. Recapitulemos un poco, Zlatan ya tendría acuerdo multimillonario para jugar la próxima temporada con el Galaxy, suceso que podría darse por hecho gracias al reciente fichaje de Alexis Sánchez con el Manchester United.
En fin, a lo que nos truje. ¿Se imaginan el tridente Vela-Zlatan-Gio repartiendo el queso cada fin de semana en Estados Unidos? Menuda producción de goles que nos regalarían. Lo mejor de todo es el panorama para nuestros aztecas que tendrán la fortuna de contar con un tutor de la envergadura del todo poderoso Ibrahimovic.
Soberbias definiciones
Nadie define más exquisito que el dios Zlatan: de cabeza, con la zurda, con la diestra, de taquito, con el empeine, de nana, buche y nenepil. Este monstruo tiene goles para todos los gustos. Si los aztecas se avivan y toman nota en todos los entrenamientos, seguro ponen fin a la escasez de anotaciones en el Tri.
Autoexigencia
Sabemos que Ibra es “un poco” arrogante, a pesar de ello, es autocrítico; así juegue el partido de su vida, haga dobletes, hat-tricks y gane campeonatos, siempre tiene por meta mejorar partido a partido. La neta, es que a nuestros mexas les caería fantástico una bocanada de autocrítica para que por fin dejen de sentirse divas.
Campeón de 4 ligas
Ahí humildemente, Zlatan dejó su huellita como campeón en Holanda, Italia, España y Francia, cosa sencilla si eres un Dios como él. Conocemos cómo se las gastan nuestros compatriotas, no sudan la camiseta como deberían, pero eso se terminará con la llegada del sueco.
Cinta negra de Taekwondo
Por este motivo no hay rival que detenga a Zlatan dentro y fuera del campo, incluso le ha dado dado la posibilidad de anotar bellos goles haciendo gala de estas cualidades. Para nuestros aztecas que se la pasan de fiesta en fiesta, no les caería nada mal unas clases de defensa personal, digo uno nunca sabe cuándo se puedan ocupar, sino, pregúntenle a Carlitos Salcido.
Personalidad
Verlo jugar es un deleite, la manera en que encara cada juego sólo lo puede hacer un Dios. Los años no parecen cobrarle factura; es como los buenos vinos, mejora con el tiempo. A pesar de que no ha ganado el Balón de Oro siempre se ha considerado el mejor jugador del mundo. Tantita pena deberían sentir nuestros paisanos, que siempre tiran la toalla antes de tiempo, con un buen jalón de orejas de Ibra quizá la situación empiece a mejorar.