Por Carlos Castañeda
De cara al sorteo de la Copa Libertadores 2018, el programa Pasión por el futbol del canal 13 de Argentina invitó a Juan Román Riquelme, uno de los últimos ídolos de Boca Juniors, quien se retiró de las canchas apenas en 2015. Durante su participación afirmó que los equipos mexicanos eran una amenaza para los clubes sudamericanos.
¿Quién es Riquelme?
Mis juanáticos, para dimensionar mejor las palabras de este crack debemos entender perfectamente quién es. Si lo hacemos en analogía por la época y calidad, pienses que hablamos del Cuau argentino. Román surgió de la cantera de Argentinos Juniors, como Maradona, de ahí paso al club Xeneize donde se convirtió en ídolo de la afición. Tuvo un paso sin pena ni gloria por los equipos españoles de Barcelona y Villarreal, por lo que regresó al club de sus amores donde permaneció hasta 2014. En su andar futbolístico ganó cinco ligas argentinas, tres Copas Libertadores, una Recopa Sudamericana y una Copa Intercontinental ante el Real Madrid. Todo con Boca Juniors. Con la selección argentina ganó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 y participó en la Copa del Mundo de Alemania 2006.
¿Cuál es su experiencia?
Cuando Riquelme afirma sobre la complicación de enfrentar a los equipos mexicanos, lo dice de primera mano y no al aire. Lo más recordado para nosotros es la Copa Libertadores del 2001 donde el Cruz Azul se rifó como los grandes en La Bombonera para llegar hasta la tanda de penaltis, pero en ese año comenzaron a “cruzazulearla” y lo demás es historia. Además de Cruz Azul, Juan Román enfrentó en una semifinal épica al América en el 2000, así como Atlas, Pachuca y finalmente Toluca, en 2013. Todos arrancaron triunfos o empates al club argentino con el ex seleccionado albiceleste en la cancha.
¿Por qué ya no participan los clubes mexicanos?
Para la edición de 2017, la Copa Libertadores cambió su calendario para efectuar el torneo entre enero y diciembre, lo que causó conflicto a los posibles equipos clasificados a la Liguilla de la Liga MX. Ante esta situación, los directivos mexicanos se hicieron a un lado para darle prioridad a los torneos locales y de la Concacaf, aunque sequedaron las puertas abiertas para el futuro.
Así es esto mis juanáticos. Ahora nos damos cuenta que no sólo nos extrañan los patrocinadores o los bolsillos de los directivos sudamericanos, sino los propios futbolistas, quienes exigen un torneo con mejor nivel para explotar sus capacidades.