La televisión como la conocemos y amamos esta muriendo lentamente: primero nos dejaron sin pietradatos y ahora sin Paco Villa… Pero eso no es lo peor, ¡no! No conformes con quitarnos a Jorge y a Paco, nos dejan en las manos de Pollo y Vaca. ¡¿POR QUÉ, DIOS MÍO?! ¡¿POR QUÉEEEE?!
Pero soñar no cuesta nada (si no, pregúntenle a los aficionados del Cruz Azul al inicio de cada temporada), y yo, la neta, sueño con que algún día no muy lejano regresará uno de los narradores más locochones que hemos tenido: el Perro Bermúdez.
No se hagan, la neta tooodoooos lo extrañamos. Sus peculiares apodos, sus acertados análisis (o algo así), su melodiosa voz y sus memorables frases; ideales para quitarnos el aburrimiento en los partidos moleros. Por eso, me di a la tarea de reunir las siete mejores frases del Perro Bermúdez. ¡Vamos, muchacheeeees!
1.- ¡AFICIONADOS QUE VIVEN LA INTENSIDAD DEL FUTBOL!
El árbitro podría pitar el partido y el cronómetro empezar a correr, pero el partido no empezaba de verdad hasta que el Perro gritaba esta inconfundible frase. Pocas cosas en la vida daban tanta emoción como escuchar esas palabras. Es más, te apuesto que a la fecha lo gritas cuando vas a empezar la reta o estas echando el FIFA, ¿o no?
2.- TUYA, MÍA, TENLA, TE LA PRESTO. ¡ACARÍCIALA!
Nadie en el mundo puede narrar de una a tan seductora como lo hace el Perro Bermúdez. Es un romántico del futbol y así describía cuando un equipo armaba juego y la tocaba chido.
3.- ¡ZAMBOMBAZO!
Claro que después de acariciarla, tenía que venir un disparo… bueno, no sólo “un disparo”, sino un ¡zambobaaaazooooooo! Si para emociones vamos: esta palabrita. El Perro la gritaba cada que alguien disparaba; no importaba si era gol, la volaba o la paraba el portero. El chiste era gritar.
4.- ¡UF, UF Y RECONTRA UF!
…Hasta a mí se me pararon los pelos. Cuando un zambombazo terminaba en un golazo o el portero se rifaba y la paraba, el Perro se quedaba sin palabras y tenía que recurrir al “uf”. Claro que a veces no podía conformarse con sólo un “uf” y necesitaba el “recontra uf”, para dar énfasis a lo buenaza que había sido la jugada.
5.- ¡DONDE LAS ARAÑAS TEJEN SU NIDO!
¿Qué es el ángulo? ¡Pff! Para el Perro esos términos tradicionales no rifaban; para él las esquinas de la portería son donde las arañas tejen su nido y PUNTO. ¿Quién no soñó con meter el balón ahí y gritarlo como el mismísimo Perro?
6.- LA TENÍA, ERA SUYA… Y LA DEJÓ IR
¡Ay dolor! Sabías que el delantero había regado el tepache cuando el Perro gritaba esto. Porque después de construir la jugada, llevarse defensas y encarar al portero… la había fallado. Nada tan humillante y triste como tenerla, que fuera tuya y dejarla ir.
*También aplica para las novias
7.- QUISO HACERLA DE SEXTO AÑO… Y LA TERMINÓ DE KINDERGARTEN
Quizás lo único más humillante que tenerla y dejarla ir es esto. El Perro sacaba esta gran metáfora cuando un jugador quería lucirse y sacar las jugadas de fantasía y terminaba haciendo el ridículo. ¿Cuántas veces no la has usado para burlarte de un amigo?
BONUS
Cuando un jugador la volaba había tres opciones para el Perro Bermúdez:
–Que le tire una torta a un brother… y fuera de milanesa. Porque claramente sólo los que compran tortas de milanesa tienen la suficiente mala suerte como para que un balonazo perdido les tire su comida.
-Que reventara un vidrio… y el mastique estuviera caro. No sé bien cómo son los estadios según el Perro Bermúdez, pero aparentemente hay ventanas que se pueden romper si fallas un tiro.
–Que el balón se fuera con saludos al Satélite Morelos. Claro que había disparos que no tiraban ni tortas ni rompían ventanas, sino que se salían a la estratósfera y hasta le mandaban saludos a los satélites mexicanos.
Ya me puse nostálgico… ¡VUELVE, PERRO!