Es bueno recordar que es de suma importancia tener una buena pretemporada, la cual da posibilidades de sufrir menos lesiones, mejorar el perfomance de los jugadores y permite disfrutar cada uno de los torneos en los que el equipo participe.
La pretemporada se debe aprovechar para re-adaptar el organismo a la rutina de los entrenamientos tras el periodo de descanso, trabajar el metabolismo aeróbico y comenzar con las sesiones de acondicionamiento.
Una buena pretemporada nos ayuda a sentar las bases sobre las que construye una buena temporada.
Cuando los jugadores hacen una pretemporada adecuada el organismo se adapta progresivamente a las cargas de entrenamiento sin que tenga que forzar demasiado para conseguirlo. Esto se traduce en temporadas con:
Menos lesiones por la mejora de la fuerza, coordinación y equilibrio.
Mayor posibilidad de planificar picos de forma al tener una buena base sobre la que hacer varias “minitemporadas” dentro de la temporada anual.
Mayor capacidad para mantener niveles altos de rendimiento en un largo espacio de tiempo.
Mejor capacidad para realizar entrenamiento de elevada intensidad.
Mejora en las capacidades generales del deportista.