Fidel Castro veía al deporte como una parte fundamental de la vida. Además de que era un gran aficionado, sobre todo del béisbol, el cual practicó en su niñez.
“El deporte cultiva los músculos, educa el carácter, desarrolla la inteligencia, hace ciudadanos más saludables y más preparados en todos los sentidos”, afirmaba el exmandatario cubano.
Durante su mandato, el deporte cubano fue uno de los protagonistas en los Juegos Olímpicos, donde consiguieron 77 medallas de oro, 65 de plata y 71 de bronce en 15 Olímpicos.
El atletismo, boxeo y béisbol son deportes donde Cuba es potencia. Destacan grandes atletas como el púgil, Teófilo Stevenson, quien ganó tres medallas de oro. El corredor, Alberto Juantorena, que ganó oro en las pruebas de 400 y 800 metros, y sobre todo una de las favoritas de Fidel cuando la selección de béisbol venció a Estados Unidos en Barcelona 1992.
El béisbol en la vida de Fidel
En su infancia Fidel Castro practicaba béisbol. En una época llegó a ser prospecto de Grandes Ligas. Equipos como los Senadores de Washington, los Gigantes de Nueva York y los Yankees estuvieron interesados en firmarlo. Sin embargo, le faltaba más potencia a su lanzamiento de recta para poder aspirar a Grandes Ligas, y sus dedos anunciaban a los bateadores su siguiente lanzamiento, según los reportes de los scouts.
A pesar de que no llegó a ser profesional (además de que un contrato en Grandes Ligas hubiera cambiado completamente la historia), Fidel Castro seguía siendo un apasionado por el béisbol.
El 24 de julio de 1959 se llevó a cabo un partido de exhibición en el que participó Fidel juntó a otros personajes de la Revolución Cubana, como su hermano Raúl y el Ernesto el Che Guevara.
Después de ese juego se anunció que se acaba la liga profesional del béisbol cubano, todos volverían a ser amateurs y no cobrarían ningún sueldo. Desde la llegada de Fidel, el rey de los deportes se convirtió en el deporte oficial de la isla.
A pesar del apoyo que siempre existió al deporte, si los cubanos aspiraban a ser profesionales tenían que abandonar la isla. De esta forma grandes deportistas como Orestes Miñoso, Orlando “El Duque” Hernández, entre otros, eran llamados traidores por Fidel Castro y compañía.