La Liga Mexicana de Béisbol rompió este martes con tres de sus equipos más emblemáticos: Diablos Rojos del México, Tigres de Quintana Roo y Sultanes de Monterrey, además de los Guerreros de Oaxaca.
El punto central del desacuerdo que se dio en la asamblea general de la liga fue el límite de los jugadores mexicoamericanos, por el que pugnaron Alfredo Harp Helú, Carlos Peralta y Pepe Maiz, dueños de los equipos en cuestión.
Plinio Escalante, presidente de la LMB, afirmó que el certamen operará con 12 equipos a partir de este día, aunque se mostró abierto a llegar a un acuerdo con los disidentes.
Diablos, Tigres y Sultanes son los equipos más ganadores en la historia de la Liga Mexicana de Béisbol.