El bosque merengue está ardiendo. A James Rodríguez no le pareció que el árbitro sólo añadiera tres minutos en el empate a unos entre el Real Madrid y el Villarreal en el Santiago Bernabéu.
Parece que el colombiano quería que el colegiado aplicara aquella regla de “pitarlo hasta que el Madrid anote”…
Pero el sudamericano no fue el único que lloró, digo, se quejó del arbitraje. Lucas Vázquez medio que le echó la culpa al árbitro de que los merengues no hayan podido hilar su decimoséptimo triunfo consecutivo.
En descargo de Lucas, por lo menos aceptó que la jugada en la que Ramos cayó no existía falta alguna. Ya habría sido el colmo…
En fin. Tras estas palabras a la prensa, no podemos imaginar cómo estaban los jugadores merengues en el vestuario…
¡Hay que apechugar, caramba!