Medio siglo después de las protestas de atletas afroamericanos como Muhammad Ali, John Carlos y Tommie Smith, los problemas raciales siguen siendo un dolor de cabeza y punto de crítica en los Estados Unidos. Colin Kaepernick llevó el debate hasta la arena política, donde encontró el respaldo de la primera figura del país.
“No he seguido este asunto muy de cerca, pero creo que Colin Kaepernick está ejerciendo su derecho constitucional”. Con esas palabras, Barack Obama defendió la protesta realizada por mariscal de campo de los San Francisco 49ers, quien en días anteriores se negó a mostrar su respeto al himno estadounidense por considerar que su país oprime a la gente de color.
El presidente consideró, además, que el jugador está poniendo el dedo en la llaga al tocar un tema que sigue siendo importante.
Las críticas a Kaepernick han sido duras, pero él se ha mantenido firme en sus principios condenando los abusos policiales contra los afroamericanos.