La personalidad de Cristiano Ronaldo provoca odios y amores no sólo dentro del campo. Con 30 años, y tras los títulos conseguidos, el portugués conoce la fórmula del éxito. Pero no se ata a una camiseta.
“Si soy así, si todo lo que conseguí en el futbol fue por ser así, no me pidan que cambie. Si me piden que mejore, lo acepto, pero cambiar es muy complicado”, respondió a la revista Visao en el contexto de una conversación sobre los errores que ha cometido en su vida.
Cristiano es un ejemplo en su país y lo reconoce, no hay modestia en lo que representa. “Me fascina ser un ejemplo por mi trabajo. No solo este año, todos los años. Desde que comencé a jugar, intento representar a mi país de la mejor manera y, obviamente, a nivel personal hacer siempre mi trabajo a la perfección”.
Y más importante, su desempeño tanto dentro como fuera de la cancha lo satisface. “Me voy a la cama todos los días y duermo bien. Me digo: hice mi trabajo bien, hago feliz a la gente y no podemos vivir obcecados con lo que los otros piensan de nosotros”.
Como en cada mercado y al tratarse de uno de los mejores jugadores del mundo, las ofertas están presentes. El PSG es el primero en la lista, pero CR7 no contempla a la capital francesa como lugar de residencia, por ahora. “Me gusta más Madrid que París. Pero, a lo mejor, un día las cosas cambian. A lo mejor me echo una novia en París y paso allí más tiempo”.
El portugués aprovecha lo que es hoy, más tarde, su vida será otra. Así lo reconoce: “Quiero que mi marca continúe creciendo porque sé que el mundo del fútbol va a terminar en cinco o diez años. Después hay otra vida”.