A Joseph Blatter no le gusta la actualidad de la FIFA. Ha sido parte del organismo desde hace 40 años. Él tiene 80. Le duele el momento que está pasando. “Es una víctima”, expresa en medio de la contrariedad. Insinúa que el victimario se llama Estados Unidos. El móvil, que el Mundial de 2022 se dispute en Qatar y no en el lado occidental del Océano Atlántico.
“Intentaron presentar a la FIFA como una organización mafiosa y lo cierto es que hoy, la FIFA lo que es, es una víctima”, asegura en entrevista para Mundo Deportivo, Gazzetta Dello Sport y Liberation. Lamenta que esté “a la deriva”.
Aunque se le ha querido pintar como el malo de la película, él niega ser el diablo. “No existe el diablo, ni yo puedo serlo. Amén.”, insiste. Se siente “como un balón en los pies de USA y Suiza, entre las dos justicias”. Cree que “el futbol ganará”. Eso significa que los mundiales 2018 y 2022 se disputarán en Rusia y Qatar, respectivamente.
Defiende que la FIFA tenga una Comisión de Ética autónoma. Eso no ocurre con el Comité Olímpico, la UEFA ni con organizaciones locales importantes.
“¿Qué hemos hecho? ¿nos hemos fugado con todo el dinero de la FIFA? ¿hemos matado a alguien?”, pregunta sobre él y Michel Platini. Ambos han sido acusados por el FIFAGate. Más de un directivo pide que sean sancionados de por vida.
Para Blatter, la historia comienza a finales de 1998. “Ya se hablaba de cómo evitar que ‘JSB’ fuera elegido presidente de la FIFA”. Luego continuó en la UEFA. “Querían la presidencia de la FIFA, pero no tuvieron el coraje de presentar un candidato en contra mía”, acusa.
Admite que el Mundial 2022 iba a ser para Estados Unidos. La decisión se tomó después del Mundial de Sudáfrica. “Se torció por una intervención política”, añade. Admite que él apoyó la idea de que un país árabe organizara el torneo. “Trabajé muchísimo a favor de la candidatura de Marruecos cada vez que se presentó”, revela.
Sobre Estados Unidos considera que “son la policía del mundo”. También que “quieren tener protagonismo en todos los aspectos del mundo”. Justo ahora sus autoridades se interesan en Qatar. Al mismo tiempo nadie cuestiona “¿por qué Estados Unidos tiene una gran base militar en Qatar?”.
Menciona que “un diputado suizo” preguntó en el Parlamento de su país si éste “quería vender o regalar la FIFA a Estados Unidos.”. Pese a eso no piensa que el gobierno norteamericano “intervenga en los asuntos de la Comisión de Ética”.
Es cuestionado por los candidatos a suplirlo en la FIFA. Prefiere abstenerse de dar a un favorito. “Si apoyo a alguno, lo condeno”, sentencia.