Se fue para tener más oportunidades. De una cantera gloriosa a otra que consolida cracks. Volvió como el hijo pródigo y nunca acabó por sentirse importante. Tuvo que salir de nuevo. La afición del Barcelona lo reconoce como un hecho en casa. Pero Cesc Fàbregas admite que nunca se sintió del todo querido. Incluso pudo jugar en el Real Madrid.
“Hubo contactos durante varios años y con diferentes presidentes. Nunca se cerró un acuerdo”, le confiesa al Diario Marca en una entrevista al ser cuestionado por una hipotética llegada al Real Madrid. Nunca antes se refirió así al máximo rival de su club de formación.
Habla sobre el partido del próximo sábado. Se enfrentan los merengues y los blaugranas. El favorito es el Barcelona, “Jugará 4-3-3 y a tener la pelota. Solo tiene un estilo, atacar, posesión”, considera. En cambio el Real Madrid “levanta más dudas de cómo jugará”.
Insiste en el tema de los merengues. Acepta que no están mostrando un gran nivel en el campo, pero los resultados los acompañan. Cuando eso pasa “refuerza al equipo mentalmente”. Opina que “lo mismo pasó con Luis Enrique hace un año y ahora es ídolo”.
Con los catalanes enfrentó al los madridistas varias veces. Presume que en el Santiago Bernabéu nunca perdió. Le tocó cuando José Mourinho era el entrenador rival. Luego lo llamó para el Chelsea. Hoy, jugador, entrenador y equipo viven “una campaña jodida”. Piensa que les falta fortuna. Cuando se pasa por un buen momento “la tocas con el talón y se va a la escuadra y ahora metes un chut de la leche y se te va fuera”.
Contrario a lo que se pueda pensar, confiesa que la relación entre ambos no se ha deteriorado. “Cuando no ganas siempre se dicen cosas”, afirma. Al final lo más importante es que el equipo reaccione. Cree que “en la Champions podemos hacer daño a los grandes”. En cambio su situación en la Liga Premier es mucho más apremiante, “tenemos que espabilar ya”, sentencia.
Continúa el tema de los conflictos. Rememora el episodio en Brasil 2014 con Vicente Del Bosque. Se equivocó y lo sabe. Con el entrenador habló y al final pudo más la “estima” que un mal rato. Hoy es uno de los jugadores más importantes en la Selección Española. Hoy sólo piensa en una tercer Eurocopa seguida.