Ganar en Ciudad Universitaria le trae buenos recuerdos a Ricardo La Volpe. Antes del 2-3 ante Pumas llevaba 13 años sin hacerlo. Su última alegría le valió el pase a la Selección Mexicana.
Fue el 25 de agosto de 2002. Hugo Sánchez dirigía a los locales. El argentino a Toluca. Televisa vendió el partido como “el que definía al nuevo entrenador de México”.
Hugo no estaba postulado por nadie. Salvo por él mismo y su gente cercana. Se cansó de decir que su rival -favorito de muchos- “vendía espejitos” y que no daría resultados. Pumas hacía un buen torneo, pero el juego de los Diablos (a la postre campeones) maravillaba a todos.
Ese torneo José Cardozo impuso un récord de goles (29) aún vigente en torneos cortos. Vicente Sánchez era su socio perfecto. Antonio Naelson Sinha maravillaba detrás de los dos. La media cancha era responsabilidad de Israel López y Rafael Chiquis García. Por los costados aparecían Salvador Carmona y Octavio Valdez. En el fondo Erick Espinoza, Max Cuberas y Emilio Hassan Viades protegían Mario Albarrán.
Sinha a pase de Cardozo, el mismo José, Chiquis de tiro libre y Vicente lastimaron a Sergio Bernal. Sólo Rafael Márquez Lugo logró marcar para Pumas.
Ese día pudo ser el que definiera al entrenador. La Volpe venció con creces a Sánchez. Semanas después se oficializó la decisión. Alberto de la Torre anunció al argentino como el timonel Tricolor. Hugo tuvo que esperar otros cuatro años.