Por: Ana CruzManjarrez Téllez
La historia de Joel Campbell en el futbol hace pensar que se trata de un jugador de mayor edad, que ha tenido que sufrir de todo para llegar a Europa. Sin embargo, con apenas 21 años, el delantero se alista para su primera Copa del Mundo llevando consigo una gran experiencia en divisiones menores. Se integró a la Selección Mayor en 2011 y con ello se libró por completo del fracaso que varios habían anticipado para él cuando con pocos años era parte del '11 talentos desamparados', un equipo que no añoraba el triunfo a toda costa y jugaba por amor al futbol.
A los 9 años, un torneo organizado por la Liga Alajuelense le dio la oportunidad que necesitaba para hacer valer su difícil infancia buscando recursos económicos que mantuvieran el balón cerca de sus pies. Su familia entendió que el esfuerzo sólo respondía a una gran pasión y el sentimiento fue compartido a tal punto que debieron defender su beca deportiva hasta guiarlo al Saprissa.
El viaje a Europa fue patrocinado por el buen ojo de Wenger que vio en él las cualidades para portar el jersey del Arsenal, muy atrás habían quedado los años de dudas. Aún no llega su momento con el club inglés y parece que será este año, pero se ha alimentado de experiencia en el Lorient, Betis y rompiendo redes en el Olympiacos. El ritmo intenso de su vida lo lleva a desempeñar el rol de futbolista, empresario, al administrar un hospital junto a su familia, y estudiante.
Vivir el sueño por el que trabajó desde niño lo vuelve imparable también en la cancha. Su memoria registra una noche de Champions mágica con golazo al Manchester United incluido. El reto podría no tener que esperar al final de la Copa del Mundo, lo tiene frente a él con Italia como rival. La juventud no es pretexto cuando el hambre de triunfo persiste y lo demostró en su debut al desquiciar y vencer a la defensa uruguaya.