No es secreto que las grandes estrellas del futbol viven de forma extravagante, pero décadas atrás no era así. Durante la década de 1980, había pocos jugadores verdaderamente millonarios y uno de ellos era, por supuesto Diego Armando Maradona. Durante su etapa en Napoli, el argentino logró cumplir un gran capricho al comprar la primera Ferrari negra de la historia.
Diego Armando Maradona alcanzó su máximo nivel futbolístico con la camiseta de Napoli. El ‘Pelusa’ se convirtió en una de las más grandes celebridades de Italia, llegando a tener un poder mediático incalculable. Fue de esta manera que convenció al mismísimo Enzo Ferrari de hacer una excepción a una de las políticas más importantes de la empresa de autos de lujo: Un coche de un color diferente al rojo.
Diego Maradona y la primera Ferrari negra
Quien reveló esta historia fue el entonces representante de Diego Maradona, Guillermo Coppola. Fue este quien se reunió personalmente con Enzo Ferrari para hacerle llegar el pedido especial de la máxima estrella del momento una Ferrari de modelo Testarosso de color negro. Para el momento, el coche tenía un precio de 470.000 euros.
“¿Negra? ¡No existe de color negra! ¡Mis Ferraris no pueden ser de un color que no sea rojo!” habría sido la respuesta de Enzo Ferrari según relata el entonces agente de la estrella del Napoli. Luego, cedió a la petición del entonces jugador estrella del futbol italiano.

Hizo pagar al presidente de Napoli
Coppola, más allá de lograr su cometido al conseguir la primera Ferrari negra de la historia, logró librarse del pagar la cuenta al sugerirle al presidente de Napoli de la época, Corrado Ferlaino de regalarle el coche de lujo a Diego. Sin embargo, este aprovechó para inflar el precio a más del doble.
Guillermo Coppola y el presidente del club recibieron a Maradona en el aeropuerto de Nápoles con el coche en la pista. “Se abre la puerta del avión, Diego la ve, se tira de paloma. ‘¡No, Guille, no!’, ‘¡No, Guille no, Corrado! ¡Te la acaba de regalar el presidente!’, ‘¡Caro presidente!’. Maradona abrazó y besó a Corrado. ‘¡Qué grande, presidente! ¡La máquina que yo quería!“.
El agente aprovechó para revelar una insólita queja de del argentino al subirse por primera vez a su Ferrari: el coche no tenía estéreo. “Diego, es un auto de carrera. No la tapizan, le quitan peso, ¿entendés? No sé cómo tiene espejo retrovisor. No tiene nada. El auto es de carrera” concluyó el relato de Coppola.





