Por: Raúl Garrido | @RauGarr
Lo que pasa en la cancha se queda en la cancha. Todo aquel que ha jugado al futbol ha sufrido los gritos de otro compañero por alguna jugada que salió mal; o quizá estuvo del otro lado y le pegó un regaño de aquellos a su compañero por haber errado un pase y desperdiciado un balón. Es normal. Los gritos dentro del terreno de juego es una constante, es cierto que el capitán, el hombre de mayor carácter y jerarquía dentro del equipo, es quien más habla dentro de la cancha: lo mismo le grita a los suyos que al árbitro e incluso al rival.
Lo de David Cabrera y Matías Britos, en la cancha del estadio Universitario de los Lobos BUAP, fue sólo un calentón de juego. Normal. El que hayan discutido airadamente por una jugada al final del partido en donde el uruguayo no le da la pelota al mediocampista no quiere decir que exista un vestidor roto, como algunos diarios, lo han querido ver. Britos ejecutó la que pensó era la mejor opción en ese momento para el equipo, mientras Cabrera creyó que lo mejor era que se le diera el balón… Cosas del futbol.
Martín Palermo es el goleador histórico de Boca Juniors con 236 tantos, en 404 partidos disputados durante dos etapas que comprendieron de los años 1997-00 y 2004-11. Muchos, sino es que la mayoría, de esos goles fueron a pase de Juan Román Riquelme, el último 10 argentino, quien no tenía relación alguna con Martín Palermo fuera de la cancha. Es decir, no eran amigos, no se hablaban, no se frecuentaban, pero dentro del campo siempre fueron profesionales y juntos lo ganaron todo con el cuadro Xeneize. Pese a no llevarse nunca hubo un vestidor roto o fracturado.
Es más, para no irnos tan lejos, yo mismo le he mentado la madre a mi jefe, Santiago Cordera, por algún gol en contra cuando nos vestimos de corto para jugar al futbol, y viceversa. Eso no quiere decir que juanfutbol esté roto, todo es parte de la calentura del juego, y es en la cancha donde se queda lo que pasa en la cancha. Así que no hagamos una tormenta en un vaso de agua, y a quienes hablan de vestidor roto, mejor pónganse los botines de vez en cuando, quizá así entiendan un poquito más de futbol y hablen menos de chismes.
Artículos Relacionados:
Britos y Cabrera discutieron al final del juego