Por: Ana Cruz
De los defensas se habla poco, su labor es tan importante como una anotación de último minuto y protagonizar el rescate heroico en la línea del propio marco cuenta igual o más que un gol. Así, Héctor Moreno, quien sin mucho ruido se apunta como líder de la zaga mexicana para los próximos años y referente de este equipo que viaja a Brasil después de la tempestad.
Moreno conoce como muy pocos la responsabilidad de defender la camiseta tricolor y lleva ventaja sobre el resto al haber probado la gloria a los 17 años, cuando la selección mexicana alzó el campeonato mundial en su categoría siendo infranqueable ante los rivales. Después de todo, ha valido la pena tomar la aventura de dejar su casa en busca del sueño de cualquier niño, dejándolo todo a cambio de lo que hoy goza y por lo que aguarda.
Cuando aquella celebración mundialista terminó, Héctor vivió una escalada que incluyó el regreso a su origen en Pumas, en donde además sumó 8 anotaciones. La consistencia en su posición y gran técnica para sumarse al ataque valió su fichaje con el AZ Alkmaar, en donde se ganó a un técnico de temperamento complicado como Louis Van Gaal para obtener la titularidad y el campeonato en la liga holandesa.
Sin una historia que obligue a las lágrimas, pero con una trayectoria intachable a los 26 años, el hombre sinaloense, y clave del Espanyol, asistirá a su segunda Copa del Mundo para jugar junto a Rafa Márquez y afirmarse como su confiable sucesor. Una responsabilidad que también deberá demostrar al capitán mexicano que ha apostado por su futuro.