Sin una pequeña sombra de la sonrisa que presumió cada segundo durante la Copa del Mundo Brasil 2014, Miguel Herrera se presentó en conferencia de prensa y dijo que desde el momento en que aceptó el puesto de director técnico de la Selección Mexicana sabía que habría presión.
“Hay presión de ganar la Copa Oro desde el momento que se perdió la anterior. La presión la tengo desde que acepté ser técnico”, explicó tajante el entrenador.
Con más indiferencia que en sus conferencias anteriores, Herrera expresó que entiende la molestia con los resultados del equipo 'tricolor' y espera que las cosas mejoren durante la Copa Oro para que la afición vuelva a confiar en el equipo.
“Hasta que no ganemos cosas trascendentales, no podemos decir que tenemos la mejor delantera de la historia. Es obvio que te frustras cuando no consigues los objetivos y fracasas”, aseguró.
Conforme más se le preguntó sobre si estaba feliz o triste con su desempeño, más fuerte fue su argumento. “Cuando ganas todo mundo te ve con ojos de amor, y cuando te va mal ya te quieren cortar la cabeza. Es más fácil cambiar al técnico que a 15 o a 20″, finalizó.
Atrás quedó el estratega alegre y expresivo. Miguel Herrera agradeció la atención y se retiró en silencio.
Notas relacionadas: