Por: Roberto Quintanar
A Hérculez lo que es de Hérculez (con z, aunque algunos se molesten) y a René lo que es de René. Imaginen que Hérculez Gómez (ahora que están de moda los políticos-deportistas, háganme el cabrón favor) decidiera un buen día lanzarse como candidato del Partido Demócrata al congreso de los Estados Unidos y utilizara la imagen del personaje Hércules de Disney (no el mitológico, sino el dibujo animado) sin consultar antes a la empresa.
Bueno, pues esto pasó con René Díaz González, candidato del PRI a diputado federal por el distrito VII de San Luis Potosí.
Don René quiso dar un toque de simpatía a su campaña y aprovechó que su nombre era igual al que tiene en español la rana más famosa de la televisión para utilizar su imagen: Kermit the Frog, la rana René.
Lo que resulta inverosímil es que Díaz González ignorase el hecho de que ninguna persona puede explotar una imagen con derechos sin permiso expreso del propietario, que en este caso es Walt Dinsey Group.
Por supuesto, no creemos Hérculez, enemigo del “simpático” senador panista Javier Lozano Alarcón gracias a un pleito tuitero, aspire un día a ser congresista o un tipo tan pirata como Díaz González, a quien la empresa ya investiga por fusilarse a la rana predilecta del mundo occidental. Si va a pasarse de listo, por lo menos conozca la ley, don René; es lo mínimo que se le pide a un político.
De igual forma, la campaña del priísta ha levantado el mismo entusiasmo que despertaría en el Real Madrid el fichaje de José Carlos Tofolo Júnior “Alemao”. Es decir, ninguno.
En descargo de Díaz González, podemos decir que sus problemas por lo menos han provocado algunas risas, no como David Korenfeld, ex titular de la Comisión Nacional del Agua, quien causó indignación entre la población por usar el helicóptero de la dependencia con fines personales: trasladarse al aeropuerto con su familia de cara al descanso de semana santa. ¡Qué oso soportar el tráfico al irse de vacaciones, goeee!
Con el rostro de un entrenador que no ha entregado resultados, Korenfeld apareció ante los medios para anunciar que había presentado su renuncia al cargo. “Debemos tener la valentía de asumir los errores, ofrecer disculpas y asumir las consecuencias”. Su discurso fue tan emotivo que sólo le faltó “agradecer a los muchachos por su entrega” (en el trabajo desarrollado, no en la cancha). Y claro, como jugadores y entrenadores van y vienen pero las instituciones prevalecen, cual directivo lleno de emoción al despedirse de un equipo, el ahora ex funcionario concluyó su discurso con un sentido “los funcionarios nos vamos pero el trabajo se queda”.
Pero si a directivos vamos, los diputados ya se parecen a Billy Álvarez buscando infructuosamente la fórmula para hacer campeón al Cruz Azul. Y es que los legisladores van por su enésimo dizque intento de combatir la obesidad en México… con las mismas recetas ya antes aplicadas: etiquetado de los alimentos, coordinación con la Secretaría de Salud y prohibición de la publicidad de comida chatarra. A este paso, el problema del sobrepeso en nuestro país comenzará a resolverse cuando Tomas Boy gane algo importante con el Atlas.
En fin. Lo bueno es que esta semana podemos darnos un respiro de media semana con la Champions y el amistoso entre México y Estados Unidos, un par de tanques de oxígeno que esperemos no sean interrumpidos por los cada vez más patéticos cortes propagandìsticos en los que políticos de todos los partidos salen cantando y bailando con menos gracia que Marco Fabián celebrando el gol del triunfo de Chivas frente al León.