El fútbol mexicano volvió a ser testigo de una controversia arbitral que dejó perplejos a jugadores, entrenadores y aficionados por igual. En el esperado Clásico amistoso entre América y Chivas, celebrado este domingo en el NRG Stadium de Houston, el mediocampista paraguayo Richard Sánchez fue expulsado por una supuesta doble amonestación que nunca existió.
El partido, que terminó con victoria para las Águilas, quedó empañado por esta insólita decisión del árbitro estadounidense Olvin Oliva. En el minuto 75 del encuentro, Oliva mostró una tarjeta amarilla a Sánchez y, acto seguido, sacó la roja, argumentando que era la segunda amonestación del jugador americanista.
La confusión que desató la polémica
La reacción inmediata de los jugadores del América y del técnico André Jardine fue de total incredulidad. Rodearon al árbitro, exigiéndole que revisara su libreta de anotaciones, ya que Sánchez no había recibido ninguna tarjeta amarilla previa durante el partido.
Se especula que la confusión pudo originarse en una amonestación previa a Fernando Beltrán, jugador número 20 de Chivas, en el primer tiempo. Es posible que el árbitro haya anotado erróneamente esta tarjeta al número 20 del América, que es precisamente Richard Sánchez. Sin embargo, este tipo de error es inexcusable en un arbitraje de nivel profesional.
Para agravar aún más la situación, la falta por la que Sánchez recibió la tarjeta ni siquiera fue cometida por él, sino por Alan Cervantes. Este cúmulo de errores pone de manifiesto las deficiencias en el arbitraje de la Concacaf, que una vez más se encuentra en el ojo del huracán.
El desconcierto continuó incluso después de la expulsión, ya que Sánchez permaneció en el banquillo por varios minutos antes de que alguien del cuerpo arbitral se percatara y lo enviara finalmente a los vestuarios.
Incidentes en las gradas ensombrecen el final del partido
Como si la polémica arbitral no fuera suficiente, el partido también se vio interrumpido en sus minutos finales por el lanzamiento de bombas de humo desde las gradas. Aparentemente, aficionados de Chivas, frustrados por otra derrota ante su acérrimo rival, arrojaron estos artefactos hacia el campo, específicamente en la portería defendida por Rodolfo Cota.
Sorprendentemente, el árbitro Oliva no tomó medidas al respecto y ordenó continuar con el juego, a pesar de la persistencia de estos lanzamientos que ponían en riesgo la integridad de los jugadores.
Este incidente, sumado a la controvertida expulsión de Sánchez, deja un sabor amargo en lo que debería haber sido una fiesta del fútbol mexicano en suelo estadounidense. Las autoridades de la Liga MX y la Concacaf deberán tomar cartas en el asunto para evitar que situaciones similares se repitan en el futuro, tanto en lo que respecta al arbitraje como a la seguridad en los estadios.
El América vs Chivas de Houston quedará en la memoria no por el resultado final, sino por una serie de eventos que ponen en tela de juicio la calidad del arbitraje en la región y la necesidad urgente de implementar mejoras en la formación y selección de los jueces para estos importantes encuentros.
