Manchester United y PSG se mueven. Sus dirigentes sueñan con dar un golpe mediático en búsqueda, uno, de recuperar el terreno perdido, y el otro de asaltar de manera definitiva la elite del futbol europeo, eso que la historia todavía no permite hacer al equipo francés. El objetivo no es otro que el fichaje de Cristiano Ronaldo.
Tanto el equipo inglés como el francés se están preparando para un gran desembolso. El United por el momento no ha tenido problema alguno con el Fair Play financiero de UEFA, circunstancia que no puede repetir el club francés, sancionado por el organismo que preside Michael Platini junto al Manchester City.
Por este motivo, los dirigentes de ambos clubes revisan cuentas, salarios de sus actuales jugadores, impacto comercial y posibles negocios futuros antes de poner en marcha una operación que se podría ir a los 200 millones de euros.
El futuro de Ronaldo sigue pasando por el Real Madrid, de momento. Con contrato en vigor hasta el 30 de junio de 2018, el portugués lanza mensajes confusos respecto a lo que puede suceder en los próximos meses.
Cristiano no despeja incógnitas y ahora mismo está en el momento de decidir si da prioridad a su actual estabilidad deportiva y económica en el Real Madrid, o da el paso de buscar horizontes nuevos. Y es que el actual United se parece bien poco al que dejó, de ahí que también sea un horizonte novedoso.
La presencia de Jorge Mendes en Manchester durante la semana pasada ha disparado los rumores. El agente portugués tiene sobre la mesa y sin resolver el futuro de De Gea, la incómoda situación de Falcao y Di María, y el futuro de Ronaldo, relacionado con el Manchester United dos veranos atrás y opción que se ha reactivado con la presencia de Ferguson en Madrid hace dos semanas, cena incluida con el que fuera su jugador.
Los mensajes que recibe Ronaldo caminan en diferentes direcciones. Los dirigentes del Real Madrid están a la espera de acontecimientos. Cuentan con él, pero saben que su continuidad no dependerá de lo que piense el portugués. Son conscientes que el panorama cambiaría si CR7 sale del equipo, pero también saben que esa circunstancia se producirá antes o después, por lo que aseguran estar preparados.
Ronaldo no se ha pronunciado. Sigue expectante. Sabe del interés de United y PSG y también analiza los mensajes que recibe de su entorno respecto al posible cambio de aires. Familiares le invitan a cambiar para encontrar una estabilidad emocional perdida, pero la seguridad que le transmite el Real Madrid no es fácil de encontrar en el reducido círculo de posibles destinos.
Lo que parece algo más que una simple opción es lo de terminar su carrera jugando en Estados Unidos, pero eso siempre después de 2018. El portugués cree que le quedan tres años al máximo y quiere seguir en la elite peleando por títulos y premios particulares.
La palabra la tiene Ronaldo. Sabe que tiene que decidirse y dejar claro cuál será su destino. El interés de United y PSG esta ahí y el jugador tiene conocimiento de ello, por lo que debe ser él el que lo alimente y lo corte de raíz.