Por: Juskani Cabello
Cuando los jugadores mexicanos sentían que pisaban fuerte en La Liga, un bache se atravesó en el camino. La caída fue un golpe brutal para unos, mientras otros se mantienen en terapia intensiva. Por una lado está Javier Chicharito Hernández, que con pocas oportunidades en la cancha, ha demostrado contundencia el Real Madrid; en segundo plano se encuentra Javier Aquino y Raúl Jiménez, quienes con altibajos se mantienen entre la vida y la muerte.
Jiménez y Aquino son los más graves. Una sobredosis de realidad los ha hecho caer en un coma impredecible. Javier no ha visto acción desde el partido frente al Deportivo en la jornada 21, suma cuatro jornadas consecutivas sin ser considerado por su entrenador, Paco Jémez. Raúl intenta despertar del letargo al que fue sometido, aunque parece tener ligera mejoría, el proceso será tardado.
Ambos son tratados por los mejores médicos de España; Simeone y Jémez. Sin embargo, los pacientes deberán mostrar ganas de querer estar en sus equipos, en caso contrario serán desconectados de los respiradores artificiales que los mantienen con vida. Jugarán contra los números y las estadísticas para poder renacer y así convencer al mundo de que el futbol mexicano tiene calidad.