El partido de ida de la gran final entre Tigres y América permanecía igualado sin goles en los primeros compases del segundo tiempo. Hasta que a los 48 minutos llegó la polémica: penal para las Águilas que finalmente destrabó el marcador.
Tras un centro al área, el delantero Julián Quiñones controló de espaldas y fue derribado por Jesús Angulo. El árbitro Marco Ortiz no lo vio claro al principio pero tras unos segundos de duda marcó la pena máxima.
Fue una falta clara del defensor felino, que impactó a Quiñones en la entrepierna sin siquiera ver el balón. El capitán y referente goleador de América, Henry Martín, se hizo cargo de la ejecución.
Con potente disparo cruzado hacia su derecha, Henry engañó al arquero Nahuel Guzmán que se lanzó al otro palo, y así decretó el 1-0 parcial para los de Coapa, premio merecido por sus llegadas previas.
De esta manera, las Águilas consiguieron adelantarse en el marcador ante el campeón, en un partido que venían dominando ampliamente luego del entretiempo con varias situaciones de peligro que no habían podido concretar.
El tanto desde los 12 pasos le da una pequeña ventaja a los visitantes de cara a la definición de la serie el próximo domingo en el Estadio Azteca.